ORACIÓN A LA MILAGROSA
Benignísima Madre de Misericordia, Hija de Dios Padre eterno, Madre de Dios hijo unigénito, Jesucristo redentor nuestro, Esposa de Dios Espíritu Santo paráclito o consolador, Noble descanso de toda la Santísima Trinidad, elegida por el Padre Dios todo poderoso, preservada el Hijo Jesucristo redentor nuestro y amada del Espíritu Santo. Vos sois en las cosas dudosas nuestra luz; en las tristes das consuelo; en las angustias alivio; y en los peligros y tentaciones fiel socorro y amparo. Sois paraíso de gracia y espirituales dones. Bienaventurados los que deveras os aman y sirven, y los que por santidad de vida se hacen siervos y devotos vuestros, a vuestra piedad pues, recurro, Reina, Señora y Madre mía para que nos enseñéis, gobernéis, defendáis y protegéis en todas las horas y momentos de nuestras vidas suplicándoos humildemente ahora me alcancéis de la Majestad Divina la gracia que al presente os pido, si conviniere para bien de mi alma y si no conviene, vos, como abogada mía, dirigid mi voluntad sólo a lo que se honra y gloria de Dios y salvación de mi alma.
Amén